Cuando comience a llevar a cabo los pasos de la misión haga un seguimiento de los progresos de su hijo/a. Pídale a su hijo/a que mida su ansiedad utilizando el Ansiometro cada vez que practique un paso: antes, durante y después.
Si no es capaz de asignar una medida precisa a su ansiedad utilizando el Ansiometro, utilice los métodos detallados en el módulo 3 y monitoree otros indicadores de ansiedad (por ejemplo, las conductas de evitación) para medir su nivel de ansiedad. Para registrar el progreso de su hijo/a, puede utilizar el formulario que aparece al final de esta sección.
Monitoree a su hijo/a mientras completa los pasos
Cuando su hijo/a esté llevando a cabo los pasos de la misión, es importante que lo supervise de alguna forma para asegurarse de que realmente lo está haciendo. Puede ser difícil trabajar para manejar la ansiedad si su hijo/a cae en alguna distracción (por ejemplo, mirar el teléfono o jugar con un juguete en lugar de enfocarse en lo que le produce ansiedad) o decide que no quiere practicar.
Asegurarse de que podrá ver a su hijo/a mientras realiza el paso le ayudará a usted a estar más seguro de que está concentrado y obteniendo el máximo provecho de la actividad. Si el paso le provoca más ansiedad de lo que esperaba y su hijo/a se niega a continuar, podría ser mejor terminar ese paso antes y regresar a un paso anterior que ya haya realizado antes; así podrá terminar la práctica de manera positiva y desarrollar el hábito de enfrentarse a los miedos.
Cuando dejar de practicar
Detenga la práctica del paso de una misión una vez que se haya alcanzado su objetivo (por ejemplo, cuando Serena se haya sentado con un nuevo grupo en el almuerzo). De forma alternativa, en los pasos de misión que no tienen un punto final tan claro (por ejemplo, que Serena juegue con sus juguetes del Espacio mientras está en un área "contaminada"), podría checar su nivel de ansiedad en el Ansiometro antes y durante las exposiciones para ayudarle a determinar cuándo se baja significativamente la ansiedad. Si no puede utilizar el Ansiometro, podría buscar señales físicas (por ejemplo, que tiembla menos) y señales en su comportamiento (por ejemplo, dejar de cubrirse los ojos con las manos) que nos digan que la ansiedad ha disminuido/bajado.
La práctica de un paso de misión no debe darse por terminada demasiado pronto ya que no queremos reforzar el comportamiento de huir ante situaciones temidas; una regla general que utilizan muchos terapeutas para saber cuánto debe durar cada paso, es esperar el tiempo necesario para que la ansiedad de su hijo/a disminuya al menos la mitad de lo que era al principio. La ansiedad deberá bajar por sí sola, lo que significa que la disminución se debe de presentar mientras su hijo/a aún se encuentra plenamente dentro de la situación temida y sin utilizar distracciones.