"Los movimientos motores repetitivos”, frecuentemente llamados conductas de autoestimulación, son un síntoma común del TEA. Cada vez más y más gente reconoce que estos comportamientos son estrategias útiles para tranquilizarse. Si hacer estas conductas le ayuda a su hijo/a a sentirse más tranquilo y preparado para afrontar sus miedos, le motivamos a tener estos movimientos repetitivos como parte de las habilidades de afrontamiento para su hijo/a. Entre las conductas de estimulación más comunes se encuentran: balancearse de adelante hacia atrás, asentir con la cabeza como diciendo sí, masticar algo (por ejemplo, un juguete o la tapa de un bolígrafo) o golpetear con los dedos.
Por otra parte, hay muchas veces que las conductas repetitivas podrían no ser una buena forma de afrontar la ansiedad. Por ejemplo, tal es el caso cuando: 1) Las conductas repetitivas causan consecuencias sociales negativas, 2) Su hijo/a se distrae demasiado al hacer las conductas repetitivas, lo que le impide enfrentar sus miedos, o 3) Las conductas repetitivas causan algún daño a nivel físico. A continuación, describiremos algunos ejemplos más a detalle:
- Aunque somos fuertes defensores y animamos a que la sociedad acepte las diferencias de los individuos con TEA, desafortunadamente es común que estos niños/as y jóvenes puedan sentirse intimidados cuando hacen sus conductas repetitivas. Si a usted o a su hijo/a les preocupa ser victimizados o excluidos por alguna conducta repetitiva que llame mucho la atención o sea muy evidente, existe la opción de explorar y encontrar una conducta que le ayude a su hijo/a sin llamar tanto la atención. Este proceso lo tienen que hacer trabajando en equipo.
- Cuando las conductas de autoestimulación o repetitivas son muy complejas o toman mucho tiempo y esfuerzo (por ejemplo, dar vueltas en círculos), pueden resultar en mucha distracción para su hijo/a y hacerle más difícil el proceso de aprender nuevas cosas, que participe en conversaciones con otras personas o incluso hacer los ejercicios dentro de LUNA. Las conductas repetitivas que se podrían llamar funcionales son aquellas que ayudan a que su hijo/a se pueda calmar y enfrentar sus miedos. Una conducta que lo distraiga o se utilice como una forma de evitar algún miedo, no es de ayuda.
- A veces, los niños utilizan conductas de auto lesión cuando se sienten ansiosos (arañar, golpear, golpear su cabeza contra la pared). La mayoría de nosotros no vemos esto como una conducta repetitiva, pero en LUNA queremos incluirlas debido a que los niños podrían hacer daño a sí mismos cuando sienten emociones muy fuertes como la ansiedad. Si esto le preocupa, le recomendamos que busque ayuda para esto. Esta página puede ser traducida al español (esquina superior derecha). Podría comenzar a tratar esta situación a través de buscar comportamientos repetitivos que no causen daño físicos para sustituir a los que si lo están causando.